lunes, 29 de junio de 2015

SÉRVULO GUTIÉRREZ

Con toda razón se ha dicho que si Sérvulo Gutiérrez hubiese vivido en Nueva York, Londres o París, sería ahora reconocido mundialmente como uno de los grandes de la pintura contemporánea. Sérvulo, a no dudarlo, es uno de los más grandes exponentes del arte plástico peruano.Hombre de mil anécdotas y artista profundamente original, Sérvulo Gutiérrez nació en Ica en 1914. Hijo de un hogar modesto, desde los seis años tuvo que ganarse la vida haciendo de mozo en el establecimiento de su padre.Joven aún, trabajó de peón en la carretera de Pisco a Castrovirreyna, fue cantante callejero, boxeador y hasta fabricante de huacos. Es curioso anotar que el huaco «Cabeza de trofeo», comprado por la famosa colección Mayrock de Nueva York, al que los expertos atribuían «dos mil años de antigüedad» y del que se ocupó la revista internacional Life, fue fabricado por Sérvulo en 1932.Fue un artista de sólida formación académica. En Buenos Aires fue alumno de Emilio Pettoruti y de él adquirió una escuela de principios firmes. Por sus propios medios viajó a París, asentando definitivamente su formación. Allí fue amigo de Vallejo y Siqueiros.Su pintura expresionista tiene intensa fuerza cromática, intención lírica y realización impetuosa. En sus noches de bohemia, de repente le venía el deseo de pintar y plasmaba su talento en una hoja de cartón, en servilletas o en la pared de un restaurante.Una afección hepática acabó con su vida el 21 de julio de 1961.Sérvulo Gutiérrez nació en la ciudad de Ica en 1914. Hijo de Daniel Gutiérrez Fernández y Lucila Alarcón Valverde, su familia era numerosa (16 hermanos) y estaba dedicada tradicionalmente a la artesanía y la restauración artística.Ante el fallecimiento de su madre, se traslada a la casa de su hermano mayor ubicada en el jirón Trujillo 228 en el distrito del Rímac, en Lima. Desde temprana edad trabajó en diversos oficios, como, por ejemplo, mozo de restaurante y peón en la construcción de la carretera Pisco-Castrovirreyna. Se dedicó también a fabricar huacos, con tal habilidad y maestría que muchos expertos llegaron a considerarlos auténticos. Ante la confusión, el propio Sérvulo declararía públicamente su autoría. También actuó en el boxeo, llegando a ser campeón nacional de peso gallo. Incluido en el equipo peruano de este deporte. En 1935 participó en el campeonato sudamericano efectuado en Córdoba, Argentina y resultó subcampeón en su categoría.
Servulo Gutierrez

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